“el horizonte oculta otros mundos
cuyas sombras
nunca apuntan a nuestros zapatos
conservar las huellas
exige barro en la superficie”
Hungría es el bosque de la Poesía. Un espacio enramado y caligráfico, lleno de nieblas y de misterios; envolvente, taciturno y melodioso. Una enigmática espesura, que a sus vez se convierte en un refugio donde perderse, al que huir, como lo hace nuestra autora desde hace un siglo, que es cuando se le pierde la pista.
Moritz nos lleva a las ruinas de Delos de la mano de la arqueología. Allí, Hungría de Estagira, sepultada por la Historia nos seduce con la esencias de un tiempo anterior cuyos fragmentos, ahora rescatados nos permiten transcender al olvido sobre lo material a través del lenguaje. Para este viaje nos acompañan las citas de otros caminantes que la historia ha ocultado dejándonos sólo sus palabras. Siendo las suyas, una visión memorística y humana sobre la inmortalidad espiritual frente a los límites vitales del yo poético
La de Moritz, es un escritura sugerente, onírica, irreal, cuya poesía en prosa y en verso, es capaz de embelesarnos a través de sus silencios, una escritura donde forma, fondo y ritmo clarean juntos.
hasta ajustar los amaneceres
a ritmo de desvelos
menguaron eclipses y días
fueron las lluvias
y los pantanos
sed en las noches de luciérnagas
del pórtico
de la conciencia
descendían dos columpios
en los que el bien y el mal se sentaban los domingos
allí morían las horas esperando a las musas
mientras ellos discutían los límites del universo