Cambiando lo he haya que cambiar
a lo mejor se llega a algún sitio:
cambiando el pájaro en cuaderno,
cambiando el charco en tinta espesa,
cambiando la migración en trazos firmes,
el árbol en bosquejo de lo incierto.
Nunca he entendido cómo es que se cambia
eso que ya encontró un lugar en la mirada
por eso borroso que veremos mañana,
pero a veces eso es lo que pasa.