MAÑANA NO SÉ QUÉ IGNORARÉ (LEIRE BILBAO)
“Se ha muerto nuestra madre ahogada entre tanto trabajo “. J.A. Artze
Nuestra madre desconoce quién es Walt Whitman,
a pesar de que amó el cuerpo inerte de un capitán.
No ha leído nunca a Víctor Hugo,
aunque en sueños a veces se le aparezcan
Jean Valjean, Fantine y el señor Madeleine.
Ignora quiénes son Faulkner, Jelinek o Carver,
aun cuando les dio sepultura en una vieja maleta
después de desempolvarlos con ternura.
Alguna vez han tomado por un piano a nuestra madre
Bach, Mozart, Ellington.
En sus ojos nevados la casa roja de Malevich
es una gota de sangre.
Se queja de dolor de cintura desde hace meses
y, a pesar de ello, una vez acabadas las tareas
sale a pasear con su hermana,
a tomar un poco el sol, haga frío o calor.
Nuestra madre desearía saber explicar
a la hija que ha dejado en casa
intentando llamadas de papel
que tanto una como otra morirán
sin conocer el sentido de la vida.